La parcela del nuevo Centro de Salud, de forma trapezoidal, con desnivel entre las esquinas noroeste y sureste, está ubicada en una manzana dotacional y linda con edificios de viviendas y vías rodadas. A la vista de estas características, la propuesta se concretaba en un edificio exento y compacto, cuya volumetría respondía a formas claras, definidas y reconocibles, resultado de la unión de volúmenes de diferentes alturas. El perfil que adquiría el edificio de tres plantas sobre rasante y semisótano, pretendía sobresalir del entorno inmediato que le rodea, intentado significarse mediante una imagen institucional.

La planta se ordenaba por bandas funcionales longitudinales mediante una cuadrícula estructural que ordenaba el espacio y permitía resolver la distribución. El acceso peatonal al Centro se realizaba a través de una plaza ubicada en la zona oeste de la parcela.

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