La singularidad del lugar, junto con el condicionante del mantenimiento del edificio preexistente, fueron los elementos dinamizadores de la “idea” de la propuesta. El nuevo edificio se adosaría a las fachadas mediante un hueco que recorriese interiormente todo el edificio, poniendo en valor las fábricas preexistentes desde una arquitectura actual.

A este vacío se volcarían las circulaciones y zonas de espera, como elemento caracterizador de este singular Centro de Salud. Se ha pretendido en el diseño propuesto, hacer hincapié en los espacios de relación y espera, para ofrecer unos espacios con valores plásticos que pusieran de manifiesto el diálogo entre lo antiguo y lo nuevo.

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