Estas obras de restauración del interior del claustro, en sus cuatro alas interiores, se enclavaban dentro de las propuestas de intervención planteadas en el Plan Director de la Catedral para la Fachada Sur y con iguales criterios de los utilizados en restauraciones anteriores.

Debido a la inminente celebración de las Edades del Hombre en la Catedral de Astorga en ese año 2000, hubo que reducir drásticamente la intervención sobre lo previsto para que pudiese ejecutarse en un plazo de tiempo muy reducido.

Se optó por intervenir en aquellos elementos imprescindibles que asegurasen un óptimo resultado como soporte de la exposición, pretendiendo dignificar este espacio aparentemente abandonado, recuperando su luz natural y sus tránsitos.

Las actuaciones consistieron en: Limpieza, restauración y decoración de bóvedas; limpieza de los arcos de piedra entre tramos de bóveda; y restauración y consolidación de ventanas y puertas en carpinterías exteriores de madera.

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