La propuesta para el Museo parte del análisis de la ciudad y del entorno próximo al área del concurso. Se trata de una de las zonas monumentales de la ciudad de Zamora, que concentra diversas instituciones públicas alrededor de una plaza.

Por esta plaza es por donde se planteó el acceso al Museo. Se propuso una fachada representativa, reconocible y moderna para asumir el protagonismo de este tipo de edificio en la ciudad. Las fachadas se plantearon con pocos huecos para conseguir un edificio volcado en su espacio interior. En uno de los laterales se pretendía recuperar una portada existente para integrarla como uno de los accesos al Museo.

El edificio se articulaba en dos piezas, una primera estrecha y adosada a la medianera que albergaría los espacios servidores, y una segunda, pieza en forma de L, con los espacios de exposición. El espacio entre las dos piezas conforma el tema principal y articula la propuesta, una galería central a la que acometerían las salas de exposición, que quedaría iluminada a través de la cubierta.

Créditos: