La Plaza de España de Astorga, de forma sensiblemente rectangular, está configurada por distintas edificaciones de uso, principalmente, residencial en tres de sus lados y un cuarto lado ocupado por la fachada del Ayuntamiento, edificio que preside la plaza y provoca una notable focalidad. El tratamiento de los soportales de las plantas bajas de las edificaciones residenciales ofrecía homogeneidad y una circulación perimetral cubierta.

La solución de la urbanización de la plaza, potencia el carácter representativo de este espacio, así como ofrece un soporte, que siendo compatible con este carácter, permite acoger gran variedad de funciones y actividades.

Se peatonalizó el espacio, dejando un paso ocasional para vehículos delimitado por balizas.

La propuesta se fundamentó en una gran alfombra que recubre y define el espacio central de la plaza, como núcleo de la misma y soporte de actividades, la cual queda enmarcada y definida por un tratamiento perimetral como continuación del pavimento de los soportales.

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